Hace algunos días me topé con una cita de Ryan Holiday, uno de mis autores favoritos, sobre el valor de la consistencia. El autor de libros como Estoicismo cotidiano y El ego es el enemigo, nos recuerda algo importante para cualquier trabajo o proyecto: "Una de las mejores reglas que he escuchado como escritor es que la forma de producir un libro es generar dos simples páginas cada día". Las palabras claves de esta idea son dos y cada día en mi opinión. Esto me recuerda que todos los grandes proyectos no se construyen con esfuerzos monumentales en un tiempo muy corto. Esto en muchos sentidos es una receta para el desgaste y la baja calidad.
Cuando vamos acumulando progreso cada día sin perder el foco; el hábito de la consistencia nos impulsa, tal como el interés compuesto es la magia en las decisiones de inversión al respetar el largo plazo. Por eso no hay nada mejor que el compromiso de mantener un ritmo constante y cumplir con nosotros mismos esa cita diaria. De esta manera, cuando menos lo imaginemos habremos construido un gran camino gracias al poder de la consistencia de nuestras acciones.
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Foto de Belinda Fewings en Unsplash
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