En estos meses estoy escuchando de cerca a varios de nuestros alumnos y sus familias en el proceso de elección de carrera. A pesar de lo cercano del siguiente ciclo escolar, todavía existen muchas dudas naturalmente sobre el programa y la institución. Y en algunos casos, a lo largo de los años, he llegado a escuchar dudas sobre el valor real de estudiar una carrera profesional. Algunos alumnos me han planteado igual que sus familias la inquietud de hacer un semestre o un año sabático. Y algunos más incluso me han planteado la posibilidad de dejar la continuidad de los estudios para pasar al emprendimiento directamente o al trabajo en la empresa familiar.
Cada decisión sin duda tiene sus méritos y también sus costos. Y cada decisión será valida si la familia y los estudiantes están comprometidos y convencidos con el corto y largo plazo que enfrentarán. Sin embargo, sigo totalmente convencido que la mejor opción entre todos los caminos es seguir fortaleciendo esa mentalidad y capacidad aprendedora por medio del estudio. Por eso, quiero compartirte algunas ideas que veo importantes sobre el valor de la continuidad hacia la carrera profesional:
Hoy más que nunca puedes hacer trajes a la medida con modalidades y duración de los programas.
Una carrera significa una inserción con más proyección de crecimiento a largo plazo en el mundo laboral.
Una carrera te abre a una nueva red de contactos en tu programa, y en la universidad, que pueden ser potenciales socios, clientes y proveedores.
Una carrera te mantiene fresco en el hábito de adquirir conocimiento lo cuál es una característica muy valorada para el liderazgo.
Una carrera te mantiene alerta de megatendencias y hallazgos importantes en tu campo de estudio por medio de actividades de investigación, estancias prácticas y eventos de vivencia estudiantil.
Una carrera puede ampliar tus ideas de emprendimiento aplicando los conocimientos de materias directo a un proyecto de tu interés.
En esta publicación desarrollaré con más detalle las primeras 3 razones y en la siguiente veremos las restantes:
Hoy más que nunca puedes hacer trajes a la medida con modalidades y duración de los programas.
Pensar en una carrera al inicio de este siglo era imaginar una inversión de al menos 4 años y medio o 5 años en la mayoría de los programas. Ya sabemos que Medicina es una historia completamente aparte. Cualquiera podría impacientarse al imaginar cuánto tiempo tomaría ver frutos de todo lo estudiado. Hoy el tiempo ya es más flexible. Las licenciaturas ejecutivas que iniciaron principalmente enfocadas en adultos tienen una población creciente de jóvenes.
Estudiantes que quieren combinar el trabajo y el estudio tienen en este modelo una excelente opción al tener horarios de clase por la tarde-noche o bien sabatinos, como pasa en nuestro campus. Y aquellos sumamente indecisos entre varios programas, podrían invertir solamente 2 años en una carrera de Profesional Asociado para acercarse a la industria o área de conocimiento de su interés. De esta forma podrían saber si confirman o no su interés de largo plazo. Al mismo tiempo ya tendrían un título que puede incorporarlos a la vida laboral mientras deciden seguir una licenciatura u otro destino.
Junto con esta flexibilidad de tiempo, la tecnología hoy se ha puesto de lado de los estudiantes. Las modalidades Online y Connect que tenemos en Tecmilenio permiten que los jóvenes estudien viendo clases grabadas si por un tema de deporte o trabajo no pudieron atender la sesión. Además la tecnología permite que puedan interactuar compañeros de diferentes sedes en vivo generando más riqueza de conocimiento. También la tecnología promueve la responsabilidad y organización ya que después de las clases, los alumnos pueden organizar sus agendas como requieran, siempre que cumplan las fechas límites de sus entregas.
Una carrera significa una entrada exitosa con más proyección de crecimiento a largo plazo en el mundo laboral.
Una carrera profesional es un requisito no negociable para innumerables posiciones a lo largo de diferentes industrias. La carrera significa que tienes las herramientas de conocimiento y capacidades para resolver problemas significativos. Estas herramientas están avaladas por la universidad por medio de certificaciones como hacemos en Tecmilenio.
Por si esto fuera poco, la inserción laboral se acelera en la carrera pues la universidades tenemos una red de socios formadores para programas como el Semestre Empresarial de Tecmilenio. Por medio de estas alianzas, promovemos de manera intencional, que los alumnos tengan experiencia real antes de graduarse. Y gracias a la calidad de los alumnos y al valor de los retos que diseñan las empresas, es común que prácticamente la totalidad de nuestros alumnos se graduarán con trabajo. Las empresas en las que estuvieron en su semestre empresarial les dan continuidad en su último período de estudios y de ahí siguen su crecimiento.
No quiero olvidar, además, que las bolsas de trabajo en las universidades son canales exclusivos para que las empresas busquen perfiles de alumnos de la institución. De esta manera, para un estudiante se reduce el universo competitivo respecto a bolsas de trabajo de alcance nacional al tiempo de acceder a vacantes más perfiladas, lo que mejora su potencial de empleabilidad.
Una carrera te abre a una nueva red de contactos en tu programa, y en la universidad, que pueden ser potenciales socios, clientes y proveedores.
En la carrera tendrás profesores que serán directivos de empresas de tu interés. El conocer a estas personas te puede abrir oportunidades desde los primeros semestres. También muchos de tus profesores tendrán su propia red de contactos. Y pueden referirte con ellos al ubicarte como un talento destacado entre tus compañeros.
Al interior de tu programa académico también puedes encontrar alianzas. Nuestros alumnos de ingeniería por ejemplo han trabajado en conjunto con concursos como Innovation Meetup o Downhill Challenge rompiendo barreras de semestres o programas académicos. De esa manera fortalecen sus relaciones a largo plazo.
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