Ser proactivo es una marca de distinción que construye tu liderazgo.
Significa que te importan no solo las tareas, sino sus resultados inmediatos y a largo plazo.
Significa que te importan las relaciones ligadas a la tarea y por ello harás lo pertinente para tenerlas debidamente informadas.
Por los dos factores anteriores, estarás invirtiendo en tu preparación para causar la mejor impresión posible y generar el máximo beneficio a quienes sirves.
Significa que quieres aprovechar el tiempo para asegurar calidad y buen uso de los recursos, por lo que evitarás ser reactivo.
Significa que quieres ser protagonista y líder de cada fase de la tarea por lo que hacer lo necesario para monitorear y dar adecuado control al proceso.
Estos dos factores nos dicen que la proactividad va de la mano con la responsabilidad lo que genera confianza en quienes lideran.
Ser proactivo nos permite mostrar lo mejor de nuestros hábitos y capacidades al mundo.
Y le permite al mundo conocer en cada uno de nosotros a un agente de cambio positivo que puede llevar proyectos complejos a buen destino desde su concepción.
Todos estos beneficios son la mejor invitación para practicar la proactividad en todas nuestras esferas de desarrollo.
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Imagen de Amber Clay en Pixabay
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