Gandhi dijo entre sus múltiples citas famosas: "Vive como si hoy fuera tu último día y aprende como si fueras a vivir para siempre".
La primera parte de la lección implica vivir con consciencia y sentido de prioridad.
Desconozco si Gandhi conoció de la filosofía estoica, pero sin duda coincide su idea con la lección de Memento Mori, para ser conscientes de nuestra naturaleza mortal.
Vivir como si hoy fuera el último día implica saborear cada momento con todos nuestros sentidos.
Implica poner atención a lo que decimos, a lo que hacemos y a la forma en la que nos involucramos con cada actividad. Esto me recuerda una cita de Robin Sharma, otro de mis autores favoritos: "La forma en que vives tus días, es la forma en la que vives tu vida".
Si queremos una mejor vida cada jornada y asegurarnos que hayamos aprovechado nuestro tiempo al máximo, debemos poner atención a los detalles. Cada día como una obra maestra formará una vida que será un viaje excepcional.
La segunda parte de la lección implica mantenernos vitales.
Si no estamos aprendiendo, nos estamos estancando, nos estamos quedando atrás.
Y si nos estancamos, nos degradaremos y moriremos.
El que no está aprendiendo siempre, no está creciendo y por lo tanto perderá su relevancia en el mercado.
Aprender significa mantener nuestra apertura al cambio y nuestra capacidad de transformación sobre la realidad.
Por eso debemos aprovechar al máximo cada jornada haciendo uso de estas dos lecciones.
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Imagen de Juan Manuel Pérez en Pixabay
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