Vivir realmente es:
Descubrirnos en nuestros valores, preferencias y fortalezas.
Crearnos a través de nuestros planes para traer a la realidad sueños y expectativas.
Conectarse con otros y con el entorno para disfrutar la realidad con las oportunidades y retos que guarda.
Reinventarse ante lo inesperado o ante una crisis, eligiendo nuestra actitud y disposición a aprender. De esa forma cada prueba se convierte en un ejercicio de crecimiento consciente.
Analizarse a la luz de cada experiencia. Con cada reflexión podemos elegir mejores caminos cada jornada al tiempo que enriquecemos nuestro criterio y perspectivas.
Alimentarse en varias dimensiones para evolucionar de manera integral. Es alimentar como sugiere Robin Sharma nuestros imperios internos de una manera consciente para dar frutos de mayor calidad.
Hacernos dueños en todo momento de nuestras decisiones y consecuencias.
Ejercer nuestra libertad con el valor de decir que todo sucede para nosotros, para enseñarnos, para guiarnos y abrirnos rutas a mejores destinos.
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