El miedo es el enemigo de la creación.
El miedo es el enemigo del progreso.
El miedo es el enemigo de la confianza que se ha construido con la experiencia.
El miedo nos detiene en suposiciones, en lugar de capitalizar nuestro tiempo en acciones valiosas.
El miedo es el enemigo de una vida significativa, pues nubla nuestras aspiraciones generándonos agonía.
El miedo limitará el uso de todos nuestros talentos a su máxima capacidad, sembrando duda donde ya se había alcanzado maestría.
Por estas razones el miedo no debe acompañarnos en los momentos que requerimos nuestro liderazgo más consciente. Mucho menos debemos permitirle guiarnos a una parálisis que desperdicie el valioso tiempo de nuestra vida.
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Imagen de Anemone123 en Pixabay
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