Desde tiempos antiguos se ha venerado y respetado la fuerza del cambio.
Marco Aurelio en sus Meditaciones hablaba de que el universo es cambio.
Todo sucede por el cambio, tanto en la naturaleza como en nosotros.
Por eso no vale la pena preocuparnos con extremo apego.
El emperador Marco Aurelio decía en otra de sus geniales ideas que debemos recibir sin arrogancia y dejar ir con indiferencia. De esa manera siempre podremos reenfocarnos en nuestra siguiente etapa, en el próximo capítulo de nuestra vida o nuestro trabajo. Entre menos nos quedemos anclados por el cambio sucedido, más rápidamente nos adaptaremos y recuperaremos velocidad sobre nuestras prioridades.
El cambio nos llega por circunstancias.
El cambio ocurre porque los pensamientos y motivaciones de la gente se modifican.
El cambio ocurre por la evolución natural de nuestras capacidades y criterio.
Si estamos rodeados de cambio, seamos también la esencia del cambio.
Seamos adaptabilidad, flexibilidad y sobre todo tranquilidad para seguir adelante, sin importar como el camino va modelando su ruta con pendientes o accidentes.
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Imagen de Liliana Jaramillo en Pixabay
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