El valor de dos palabras en el liderazgo: Yo decido

La mayor muestra de madurez y autodominio es vivir diariamente con las palabras y usarlas con todo el peso de su poder: Yo decido 

El practicar esa frase, en lo personal y en lo profesional ayuda a eliminar el piloto automático de nuestra vida. Es decir, yo decido, implica ser consciente de lo que estoy haciendo, y de la razón que me mueve a dicha tarea. Significa que asumes el control sobre el presente y el futuro de las acciones que estás llevando a cabo porque tú eres el protagonista.

El decir "yo decido" implica un compromiso no sólo de poner la máxima atención, sino también la máxima calidad en la tarea. Implica que quieres imprimir tu sello personal para que se vea el estándar de tus valores y tus capacidades en todo lo que haces. Yo decido también puede implicar no tomar acción. Pero se asume esta decisión teniendo claro que es el mejor camino para el problema.

Esas dos palabras implican que a pesar de los retos del entorno, no cederás tu voluntad a la suerte. Aceptarás los retos que tengas frente a ti y construirás una realidad lo mejor posible con las piezas que te han sido dadas. Esa postura no solo implica valor, sino crecimiento a largo plazo. Esa es la postura de los líderes que se van formando día a día y al mismo tiempo inspirarán a otros a seguirlos.

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