Todos podemos encontrar nuestra ventaja competitiva
- Miguel Angel Cardona
- 24 jul
- 1 Min. de lectura
Hace unos días releí algunas páginas de Estoicismo Cotidiano de Ryan Holiday.
Me detuve en la sección del pragmatismo, dentro de la disciplina de la acción.
El autor recuerda en una de sus reflexiones a Muggsy Bogues, el jugador profesional de menor estatura que haya tenido la NBA en Estados Unidos. De inmediato lo recordé por la película Space Jam. Con 1.60m de altura, era notorio el rompimiento con el patrón del resto de jugadores de la liga. Holiday señala que durante su carrera Bogues fue subestimado y excluido.
Sin embargo, él tornó esta característica en un recurso valioso. Su baja estatura lo hacía más veloz.
Yo diría que casi lo hacía furtivo para lograr robos de balón de manera muy efectiva. En Charlotte, el equipo en el que estuvo más temporadas se volvió un gran pasador y recuperador. Ssin duda representó un gran activo. Y si alguien que fue subestimado pudo jugar 14 temporadas al nivel más alto del basquetbol mundial, entonces todos podemos plantearnos como usar nuestras características a nuestro favor.
Este principio aplica por igual a empresas o personas. ¿Eres más cercano a tus clientes en término de geografía? Entonces puedes entregarles más rápido o en horarios atípicos respecto a tu competencia. ¿Tienes una oficina más pequeña que tu competencia? Puedes obligarte a encontrar procesos de negocio más simples que reduzcan los tiempos de espera de los clientes y mejoren su experiencia.
La clave es entender como nuestras características se ajustan a la resolución de un problema para entregar mayor valor que otros.
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Imagen de Joanjo Puertos Muñoz en Pixabay



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