Pre-mortem de carrera

Dice una regla de servicio al cliente que cada momento es una oportunidad única.

Cada intercambio con un cliente es un momento de la verdad.

Y si esos momentos no tienen una segunda toma, como en las películas, debemos entender lo caro que resulta corregir impresiones que no queríamos causar; si es que tenemos la oportunidad de hacer ajustes.

Así como nos preparamos para las entrevistas de selección y así como diseñamos nuestro curriculum, también debemos diseñar nuestras reacciones a los escenarios que podríamos encontrar.

Prevenir todas las preguntas o declaraciones es imposible, naturalmente.

Pero sabemos de cierto que en cada faceta de un proceso de selección hay dos grandes posibilidades: Continuar o no. No siempre tendremos retroalimentación en el segundo caso. Pero el manejo que demos a una respuesta negativa importa tanto como el manejo que demos al respaldo que nos den en un proceso.

Los profesionales deberíamos utilizar una de las herramientas de la prospectiva, el análisis pre-mortem, para administrar mejor nuestras reacciones y la impresión que queremos causar.

Los reclutadores y futuros jefes recuerdan no solo a los candidatos ganadores de un proceso.

También recuerdan positivamente y refieren a los candidatos que saben afrontar con aplomo y buen ánimo los resultados que no les favorecen.

Me ha tocado y he escuchado a colegas referir a candidatos finalistas a otras empresas no solo con la base de sus respuestas y competencias, sino por la actitud que mostraron durante todo el proceso.

¿Qué mensajes quiero dejar en quienes podrían ser mis jefes? ¿Quiero que me consideren para futuras posiciones en caso de no ser seleccionado en este proceso? Este tipo de preguntas nos permitirán elegir de antemano nuestras reacciones y nuestras expresiones para siempre ser estratégicos con nuestra marca personal. Si trabajo con proactividad sobre este tipo de preguntas estaré influyendo en la percepción que la gente tenga sobre mí. Y de forma natural, estaré incrementando oportunidades potenciales de contacto. De esa manera, mi carrera será un constante flujo de abrir puertas, sin importar que no en todos los procesos sea el ganador indiscutible.

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Imagen de Daniel Chrisman en Pixabay