A lo largo de nuestra vida necesitamos invertir en nosotros. Esto debe ser un esfuerzo enfocado para que siempre nos mantengamos vigentes en nuestra carrera. E igualmente, estas inversiones personales nos enriquecerán en hábitos y experiencias que alimenten nuestra alma. Además, invertir en nosotros es dedicar recursos a algo que nos acompañará de manera perdurable. Te comparto los grandes rubros en los que considero viable y pertinente invertir todos los años:
Conocimientos: El tener un portafolio diverso de saber QUÉ HACER nos vuelve versátiles para movernos entre diferentes sectores productivos. De la misma manera, nuestros conocimientos nos permitirán construir una trayectoria valiosa y una reputación que nos abra nuevas oportunidades.
Capacidades: Necesitamos saber CÓMO HACER las cosas. El entender procesos y dominar ciertas disciplinas además nos permite transmitir dichas aplicaciones a otras personas. Esto nos abre la oportunidad a desarrollar a otros lo que a su vez nos impulsará.
Relaciones: El conectar constantemente con otros nos permite aprender al tiempo que alimentamos nuestro estado de ánimo. Los ejemplos de superación de un reto por parte de un ser querido nos inspiran. El recibir perspectivas diferentes sobre un problema por parte de un mentor nos puede abrir a nuevos caminos. Por eso, invertir en relaciones es una avenida que amplifica nuestro crecimiento.
Experiencias: Aprendemos de perspectivas distintas sobre la vida y la forma de resolver problemas. Por eso el tener oportunidades de viajar es uno de los mejores ejemplos de experiencias que construyen nuestro criterio, tolerancia y apertura a nuevas ideas.
Salud: Nuestro cuerpo requiere un mantenimiento prioritario y constante para servirnos en óptimo estado por largo tiempo. Cuidar la alimentación, el ejercicio y la renovación física y mental nos ayudará para tener una larga y productiva carrera.
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Imagen de eko pramono en Pixabay
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