Los estoicos desde tiempos antiguos nos invitan a enfocarnos en aquello que está en nuestro control. El hacerlo es un ejercicio de elección consciente que nos permite hacer mejor uso de nuestro tiempo, nuestra energía y nuestros recursos.
El emperador Marco Aurelio hacía dos reflexiones muy relevantes en este sentido. "La mejor venganza contra tus enemigos es no ser como ellos". Igualmente en otro pasaje de sus Meditaciones, proponía "Elige no ser afectado y no te sentirás así. Si no te sientes afectado, no lo fuiste". Desde aquella época y en un entorno tan complejo como las intrigas con miembros del gobierno y las campañas militares que vivió, el emperador filósofo ya hacía ejercicios para no dejarse llevar por las emociones e intenciones de otros. Para él, mantenerse claro en su rumbo y en sus objetivos era fundamental por su responsabilidad.
Muchos siglos después, el Dr. Victor Frankl volvía a tocar este concepto al reflexionar sobre como sobrevivió, al igual que otros prisioneros, a los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial. El fundador de la corriente conocida como logoterapia explicaba que la última libertad que nadie puede robarte es tu capacidad de elegir tus reacciones, tu actitud. Podemos elegir como responderemos a la realidad y con ello dar testimonio a las circunstancias y a nosotros que nunca renunciamos a nuestro autogobierno.
Pocos años después, en otro escenario de guerra, en este caso en Vietnam, el almirante James Stockdale daría otro gran ejemplo del poder de la elección. Al ser derribado su avión en combate, reflexionó mientras descendía en paracaídas que estaba entrando al mundo de Epicteto; otro de los grandes filósofos estoicos. Como Ryan Holiday narró en El obstáculo es el camino, el almirante pasó años como prisionero de guerra. A pesar de tener medios para acelerar su rescate, eligió como indicaba a sus soldados US (Unity over Self; unidad sobre individualismo). Junto con el senador John McCain, fueron ejemplos brillantes de la resiliencia y el sentido de compromiso con sus colegas militares.
¿Qué podemos conectar como punto común entre estas anécdotas? Los líderes que aprovechan al máximo su viaje en todo momento están conscientes y en uso de su poder de elección. Las circunstancias nos plantean retos. Habrá momentos en que a pesar de nuestro conocimiento aplicado y máxima capacidad, no lograremos lo planeado. Y aún así, no agrega valor el decir que el resultado fue solo originado por factores externos. Todos sabemos cuánto hicimos o cuánto dejamos de hacer en nuestros planes. Si asumimos la responsabilidad de nuestra realidad, podemos crecer y avanzar más rápidamente. Para lograr eso, debemos tener presente que elegir es una palabra más que vital, es una palabra que definirá nuestra identidad y compromiso con hacer realidad todo lo que podemos construir con nuestros talentos.
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Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
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