Leyendo Estoicismo cotidiano de Ryan Holiday me topé con una cita en latín muy significativa: Memento mori. Traducida del latín significa "recuerda que vas a morir". El autor comparte que en la antigua Roma, los generales victoriosos regresaban a la ciudad en medio de un desfile. En su carruaje los acompañaba un paje o un soldado que les susurraba estas dos palabras mientras avanzaban. El objetivo era muy importante: Hacerlos conscientes de su paso temporal por el mundo. Esto creaba la consciencia de saborear cada momento, de enfocarse en lo importante. Y sin duda también permitiría a cualquier persona que atesore estas dos palabras entender nuestra necesidad de dar significado a cada momento.
En lo personal y en lo profesional debemos elegir nuestras palabras y acciones para lograr nuestras metas. También debemos pensar nuestras palabras y acciones considerando su efecto de onda tanto a corto como a largo plazo. Debemos ante todo recordar que siempre dejamos una huella en cada interacción con los demás. Tenemos la oportunidad de escoger que marca queremos dejar. Tenemos la oportunidad de elegir como queremos ser recordados por nuestras decisiones tanto como por nuestras palabras. Si usamos esta lección histórica, podremos tener tranquilidad de que cada momento vivido es empleado de la mejor manera para los demás y para nosotros.
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