Si queremos saber si estamos alcanzando nuevos niveles de evolución e impacto podemos preguntarnos lo siguiente:
¿Qué tanto utilizas tus conocimientos y capacidades para servir a los demás?
¿Qué problemas estás resolviendo para otras personas?
¿Cómo estás inspirando a otros por medio de tu carácter y acciones para desarrollar mejores hábitos y decisiones?
¿Qué energía proyectas hacia los demás por medio de tu lenguaje y tu comunicación?
¿Cómo has avanzado en ser más consistente con los hábitos que más te ayudan a progresar en tus objetivos?
¿Cómo has avanzado en tu capacidad de enfoque para trabajar de forma concentrada en tus labores de mayor impacto?
¿Cómo estás cuidando de ti para rendir siempre al máximo de tu capacidad?
Estas preguntas nos invitan a generar una autocrítica importante para saber que siempre seremos una obra en progreso. El buscar siempre espacios para mejorarnos y mantener nuestro enfoque en hacer bien a los demás es clave para crecer y trascender.
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Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay
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