Hacer lo correcto: Opciones para el día a día

Hace años publiqué una entrada en la que reflexionaba en el dilema entre lo correcto y lo conveniente: https://www.miguelangelcardona.com/post/correcto-o-conveniente

Esa palabra, lo correcto, me sigue como un tema clave en el proceso formativo de nuestros alumnos pero también como una guía hacia una buena vida. Séneca decía "mientras estés vivo, no dejes de aprender como vivir". Por eso creo importante hacer una nueva reflexión sobre lo que esa palabra implica en nuestras decisiones y acciones.

En esta ocasión quiero compartirte conductas que a lo largo de la historia han probado en diferentes contextos estás en el lado correcto de la ecuación.

Hacer lo correcto es no hacer daño.

Es hacer lo que construye futuro para ti y los que te rodean.

Es hacer lo que genera conexiones más fuertes y basadas en el bienestar de todos.

Es hacer lo que nos acerca cada vez más a soluciones.

Hacer lo correcto es también un acto de generar nuevo y mejor conocimiento.

Es hacer y compartir aquello que genere esperanza y posibilidad.

Es hacer aquello que demuestre persistencia y resiliencia.

Es hacer aquello que demuestre un uso consciente y estratégico de cada minuto.

Hacer lo correcto es crear recuerdos positivos y memorables para las personas más importantes a tu alrededor.

Es hacer lo que sirve y refleja tus mejores valores.

Es hacer lo que nutre tu alma con luz y belleza.

En lo más íntimo, hacer lo correcto es reflejar respecto por tus más modelos a seguir más apreciados.

Es hacer aquello que será una fuente de orgullo y paz mental al final de tu viaje de vida.

Es hacer aquello que guiará a otros por un camino de buena voluntad, superación y alegría.

Hacer lo correcto es construir la disciplina que te mejora cada jornada.

Es hacer aquello que refleje una gratitud profunda por cada regalo que recibes en tu vida.

Es hacer aquello que sientas absolutamente seguro como algo digno de compartirse con otros mientras mantienes tu mirada en alto.

Hacer lo correcto es hacer las cosas conscientemente, entendiendo el efecto de onda de cada acción en nuestro presente, en nuestro futuro, en nosotros y en los demás.

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