El costo de no estar enfocado

En 2018 una cita informaba que como media una persona ve la televisión 4 horas al día.

Me pregunto cuánto tiempo más estaremos consumiendo información por otras plataformas como nuestros dispositivos móviles. Si bien estar informados y entender nuestro contexto es importante, no podemos olvidar que todos tenemos misiones importantes que atender.

Expertos en productividad que sigo en canales como Youtube y libros comentan que así como podemos tener un tiempo para consumir contenido, igualmente debemos tener un tiempo de creación. Nuestra mente se ejercita por medio de asociaciones de conceptos. Cuando nuestra mente se pone a trabajar con lo consumido genera nuevas conexiones, fortalece la memoria y nos permite generar proyectos de impacto significativo. Este espacio de creación también es un espacio clave para ejercitar nuestra capacidad de enfoque.

Si podemos concentrarnos en tareas, podemos avanzar más rápido y de mejor forma. Podemos entender mejor las cosas y promover nuestra innovación. El desperdiciar las oportunidades creativas que tenemos en el día no solamente impacta nuestra capacidad mental. Nos deja cada vez más lejos de nuestros sueños, del desarrollo de nuestro potencial.

El concentrarse es una de las mejores formas de asegurar un retorno de inversión sobre nuestros dones. Debemos dedicarnos cada día para evitar el costo de la distracción que es el estancamiento y el abandono de lo significativo.

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Imagen de Nino Souza Nino en Pixabay