Trabajar en nosotros mismos

Nuestra riqueza y seguridad interna construye lo que reflejamos hacia los demás.

El trabajo de autodesarrollo para reforzar nuestra identidad es vital.

De esa manera construimos una mejor convivencia con el resto del mundo.

Para guiar e inspirar a otros, revisemos primero lo que tenemos para alimentar nuestra esencia.

Revisemos tanto nuestras creencias como nuestros valores.

Y sobre esos conceptos hay que evaluar la coherencia de nuestras acciones cotidianas con dichos principios.

Así sabremos la credibilidad que estamos proyectando y la confianza que podemos construir con los demás.

Podemos empezar con las preguntas más sencillas:

¿Cómo me veo?

¿Cómo me siento realmente?

¿Cómo me hablo?

¿Cómo cuido de mí?

¿Cómo me desarrollo conscientemente?

Abrazar este trabajo diario de conocernos, aceptarnos y fortalecernos nos dará una vida rica en experiencias y significativa en logros.

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Imagen de Dmitriy en Pixabay