Si un problema no es de vida o muerte, date un espacio para llegar a una mejor solución.
La distancia de unos momentos te aleja de las emociones que pueden sesgar tu criterio.
La distancia también te ayuda a ver más caminos para abordar el problema.
De esa forma puede acercarte a una alternativa más óptima para el reto que enfrentas.
Tomar distancia para cualquier situación tensa siempre trae beneficios.
El observarnos y observar a otros de manera más panorámica nos llevará a cuidar la relación.
De esta forma, podemos generar un mejor clima para lograr sinergias por medio de la conversación.
Por eso la distancia es una medida de autogobierno para actuar con coherencia.
Es un esfuerzo consciente para ejercer un liderazgo que encuentre mejores caminos.
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