¿Qué pensaríamos de un negocio que da empleo a casi 300 personas? ¿Qué pensaríamos de un negocio que se ha levantado desde sus inicios con el apoyo de la familia fundadora e involucra a los hermanos y segunda generación en las operaciones? ¿Qué pensaríamos de un negocio que elige mantener las tradiciones de sus orígenes para diferenciarse? Al analizar estas preguntas, creo que esperaríamos conocer un negocio exitoso y adaptable.
Eso fue justo lo que conocí en Austin recientemente. Tuve la oportunidad de disfrutar la cocina mexicana y la hospitalidad de Flores, un restaurante mexicano con una historia de 25 años en la capital de Texas (https://www.floresmexican.com/). Pude conocer 2 de sus locaciones (Dripping Springs y William Cannon Dr). En mis visitas tuve la oportunidad de observar un restaurante con excelente ambiente, atención muy cercana y rostros de satisfacción en los clientes. Además, pude ver el orgullo de las raíces de los fundadores expresado en murales que adornan el interior y exterior de los restaurantes. Eso sin duda aporta a la diferenciación para saber que no estamos en un restaurante más que sirve comida mexicana.
Su fundador inició con sus padres esta aventura hace 25 años. Hoy, su compromiso le ha permitido consolidar 4 sucursales, de las cuáles algunas ya son propias completamente lo que contribuye a su eficiencia de costos. A lo largo de los años ha invertido en extender sus locales para incorporar desde áreas de juegos para las familias con niños hasta bar. Durante la pandemia de COVID19 fue un negocio resiliente que siguió invirtiendo en su infraestructura para salir fortalecido de dicho trance.
El negocio tiene ramas interesantes además de la atención cotidiana a sus clientes en los restaurantes. Tiene disponible levantamiento de pedidos en su página de internet. Igualmente incorpora servicio de banquetes con un menú que puede consultarse en su sitio.
Algo que me parece muy interesante como elemento de éxito es la atención a los detalles. Tanto en la página como en los menús físicos del restaurante el cuidado a las imágenes de sus platillos es muy notorio. Llama mucho mi atención la presentación de los mismos. Igualmente me sorprendió gratamente las porciones que se sirven de los platillos, muy generosas. Sin duda aquí aplica aquella regla que la calidad y la experiencia tan placentera hacen que otros factores como precio pasen a segundo término. Es un restaurante que genera su propia categoría y eso contribuye a su posicionamiento. Se pueden aprender muchas cosas de este exitoso negocio en Texas y sin duda es una recomendación obligada para quien vaya a esta ciudad.
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