La gratitud siempre a la mano

Ayer recibí con parte de nuestro equipo una conferencia de una gran colega y amiga.

Entre sus muchas ideas hay una que se me quedó grabada de manera indeleble.

Y considero esta regla tan importante, que quiero dejarla grabada igualmente en mi blog como recordatorio permanente para mi liderazgo y mi crecimiento.

Ella decidió ponerse un tatuaje con la palabra GRACIAS en hebreo en la mano derecha.

Nos explicaba que de esta forma es consciente que cada cosa que reciba o que tome para ella es digna de reconocimiento por medio de la gratitud.

Me parece una idea muy poderosa. En el contexto de psicología positiva en el que se funda Tecmilenio conocemos la fuerza que tiene esta emoción para moldear relaciones y culturas organizacionales. El tener en la mano este recordatorio permanente es una herramienta muy inspiradora. Es muy difícil sentir gratitud y enojo al mismo tiempo. Es igualmente retador sentir gratitud y otras emociones que nos alteran como de forma simultánea. La gratitud puede ser un regulador eficiente y un motivo para darnos esa pequeña dosis de dopamina que nos cargue positivamente.

Pensaba que al tener ese recordatorio en la mano, mi amiga verá cada encuentro y cada saludo como una oportunidad valiosa y única. Estoy seguro que eso la hará disfrutar más cada interacción. Y simplemente al ver la palabra gracias al despertar o al terminar el día, puede ser la medicina ideal para recordarnos que siempre hay cosas bellas cada jornada y que el día siguiente traerá más oportunidades.

Gracias por esa bella lección a esta gran colega, amiga y mentora.

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Imagen de Lucas Vieira en Pixabay