Una de las herramientas clave del proceso estratégico es el análisis externo.
Estudiar el entorno no se limita solamente a nuestro ecosistema industrial.
Por supuesto que es útil entender a clientes, proveedores, organismos sectoriales.
Entender el entorno adquiere más valor cuando respondemos a la pregunta ¿Cuál sería nuestra mejor posición para competir y ganar? Extiendo la traducción de la pregunta en inglés, Where to play? que explican Roger Martin y A.G. Lafley en el excelente libro de estrategia Playing to Win: How Strategy really works.
La palabra clave para entender el entorno es la interdependencia. Los cambios políticos, sociales, ambientales, legales, económicos y tecnológicos sin duda juegan a favor o en contra de una empresa. Por eso debemos ampliar la perspectiva de nuestros lentes.
Cuando entendemos la fuerza de los factores y su dirección podemos adaptar mejor la realidad de nuestra empresa. Cuando entendemos las relaciones más importantes entre los actores del entorno podemos proactivamente construir redes e iniciativas que nos impulsen. Entre más practiquemos estas iniciativas, tendremos mejores insumos para analizar futuros probables por medio de escenarios.
De esta forma, tendremos equipos y compañías más adaptables y al mismo tiempo más efectivos, mitigando el efecto de aquellos factores que escapan a nuestras fronteras organizacionales.
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Imagen de Steve Buissinne en Pixabay
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