Una de mis citas favoritas es de la película Gladiador.
En las escenas iniciales; Maximus, el protagonista le recuerda a sus soldados antes de un ataque:
"Hermanos, lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad".
Estoy completamente de acuerdo con esta idea.
En unos minutos estaremos entregando diplomas de mérito académico a nuestros mejores alumnos de preparatoria del semestre pasado.
Esta es una idea que quiero compartirles.
Si le pregunto hoy a nuestra directora de prepa por alumnos que dejaron huella en la prepa hace 3 o 5 años, estoy seguro que me dará varios nombres.
Y además, estos alumnos seguirán dejando huella en sus universidades o en su trayectoria profesional. Esto es así porque cuando formamos este apetito por lograr y trascender, nos volvemos consistentes en alcanzar nuevas alturas.
Por eso, debemos ser conscientes y comprometidos con cada una de nuestras acciones. Y esto va más allá de lo académico o lo profesional. Nuestras acciones en esta vida además de generar eco en la eternidad, generan eco en quienes amamos, en quienes nos conocen.
No sabemos hasta dónde llegarán estos ecos. Pero es un hecho innegable que dejaremos un impacto en otros. Debemos buscar que este sea el mejor posible pues así también seremos inolvidables, pues siempre queremos tener presente aquello que nos hizo crecer.
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