Dualidad maestro y alumno

El día de hoy recordé una de las mejores lecciones de mi maestro de karate. El me decía que todos somos maestros y alumnos dependiendo de la perspectiva desde donde observemos.

Para las generaciones más jóvenes, nuestros logros y toma de decisiones constituyen un referente a seguir. Nuestras reacciones y la forma de analizar los problemas representan un modelo y un camino más claro de como pueden guiarse cuando ellos se enfrenten a problemas. Esto representa para nosotros también un llamado a la consciencia de nuestros ejemplos en los demás. Lo que toleremos como líderes, como maestros, como padres de familia es lo que nuestros colaboradores, alumnos o hijos considerarán aceptable. Si queremos construir mejores personas por medio de nuestras acciones, debemos empezar por construirnos a nosotros mismos con una observación atenta y dispuesta a mejorar nuestras fallas.

De la misma manera, en cualquier momento de nuestra vida podemos observar a líderes que recorriendo más camino que nosotros han alcanzado los éxitos que nosotros soñamos en nuestro futuro. Podemos verlos como maestros y estar ávidos de aprender sobre ellos por medio de lectura, video, seguimiento en redes sociales o asistencia a alguna conferencia. Cuando somos alumnos tenemos la apertura y el hambre para explorar con el objetivo de reforzar nuestros conocimientos, capacidad y carácter.

El sabernos maestros nos confiere un sentido de responsabilidad y deber. El sabernos alumnos nos confiere un sentido de humildad y capacidad de asombro para seguir creciendo. Necesitamos ambas posturas para disfrutar una humanidad más atenta, más cordial y más abierta al intercambio que nos haga crecer a todos.

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