Dos conexiones estoicas modernas

Hay dos pequeños libros en mi biblioteca en los que he encontrado enlaces interesantes entre sus autores.

Me refiero a El camino al éxito de Napoleon Hill y Don Miguel Ruiz's Little Book of Wisdom de Don Miguel Ruiz Jr.

El primer libro es de probablemente el mayor referente de desarrollo personal del siglo pasado.

El segundo libro es una recopilación de pensamientos del autor de Los cuatro acuerdos, extraordinaria obra, por parte de su hijo.

Me llamó la atención aspectos que ambos autores tocan que me refieren a las ideas del estoicismo.

Ambos autores señalan este rol de protagonista que tenemos cada uno de nosotros en nuestras vidas.

Una de las citas que más me gusta del libro de Napoleon Hill es:

"Eres una combinación de las palabras que hablas, la literatura que lees, los pensamientos que albergas, la compañía que conservas y la posición a la que aspiras en la vida".

A esto podríamos agregar desde mi punto de vista: "Eres en suma, el conjunto de tus decisiones y tus impulsos, de las luces y sombras que dejas expresarse, de tus valores en acción guiando tu vida hacia el rumbo, definido o no, que tú quieras darle". Esta primera idea me recuerda la dicotomía del control de Epicteto: Debemos enfocarnos en aquello que podemos gestionar si queremos una mejor vida.

Don Miguel Ruiz decía que "Los humanos crean lenguajes, y el lenguaje es una creación perfecta que trabaja para un propósito, pero al mismo tiempo empieza a controlarnos. Debemos entender que todo el mundo es nuestra historia y ese entendimiento es el primer paso para cambiarla". Me encanta la conexión que hacen ambos autores en torno a nuestras palabras cotidianas y a todo lo que las rodea, como son los pensamientos y las ideas a las que nos exponemos.

Dentro de todo lo que podemos controlar y perfeccionar, sin duda el lenguaje es una de las principales armas de destrucción de nuestra realidad. O puede ser también la más poderosa herramienta para transformarla. No se trata solo del contenido de nuestras palabras. Se trata del sentido que les damos y del tono. Se trata de lo que elegimos tener en nuestra mente y nuestro corazón, la ciudadela interna de la que hablaba el emperador Marco Aurelio. Desconozco si Napoleon Hill y Miguel Ruiz leyeron las obras del estoicismo. Pero su filosofía personal conecta de manera natural con su esencia, recordándonos que seamos responsables y estratégicos en el uso de nuestra comunicación.

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