Una cita de Gandhi me encantó:
"La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces está en armonía".
Me parece una idea poderosa para ligarla con nuestro propósito de vida, con nuestro autoconocimiento con nuestros hábitos.
Nuestras ideas y palabra sin duda vienen de nuestra programación; que a su vez viene de nuestras experiencias de vida y nuestro entendimiento de la realidad. Estos elementos guían nuestras relaciones y aquellas cosas que valoramos.
Por eso, si queremos llegar a una coherencia entre lo que decimos y lo hacemos, debemos procurar un mayor autoconocimiento por medio de ejercicios como un diario. El generar ese diálogo interno nos permitirá observarnos mejor y reflejar esas ideas en nuestros comportamientos.
Precisamente este autoconocimiento determinará mejor nuestro verdadero norte. Si entendemos lo más importante para nosotros, lo pondremos como prioritario en nuestras tareas y en nuestros hábitos. Y al final, estos elementos estarán reforzando en un ciclo de retroalimentación nuestro autoconcepto que nos mantendrá en coherencia con nuestros pensamientos y palabras.
Es una idea importante en mi opinión porque si estos elementos (pensamiento, palabra y obra) están en alineación, nos sentiremos más confiados, tranquilos y seguros de ir por el camino que más sirve a nuestra esencia y que genera un mejor impacto a nuestra realidad.
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Imagen de marcieek21 en Pixabay
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