Leí hoy una publicación con un inicio muy interesante: Las empresas no contratan CVs (curriculum vitae).
Es cierto, las empresas contratan competencias y experiencia que contribuyan al logro de sus objetivos.
Las empresas contratan el carácter y los rasgos de personalidad que permitan a un talento adaptarse rápido y generar cambios. Para las empresas cada contratación es la búsqueda estratégica de mejores procesos y desempeño.
Pero encontrar ese mejor desempeño en el talento partirá de aspectos que resalten en un perfil profesional.
Tener la información mostrada de forma oportuna y clara es estratégico.
Resaltar aquellas competencias que mejor empatan con las necesidades de la posición no puede omitirse.
El formato del CV en cuánto a la selección de colores, marcos y tipografías no aseguran una posición.
Pero su uso intencional para destacar lo que nos hace competitivos ayudará a que en un mar de candidatos un perfil llame la atención más poderosamente hacia esa primera conversación.
Las empresas no contratan CVs. Pero los CVs son una tarjeta de presentación muy poderosa para iniciar un camino potencialmente positivo en un proceso de reclutamiento y selección. Se debe trabajar en el contenido en cuánto a claridad y pertinencia. Y se debe trabajar en el formato en cuánto a la guía visual que permita una identificación rápida de diferenciadores.
Contenido y formato son la receta para una primera impresión poderosa que se pueda confirmar en una entrevista de personal.
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