Lecciones del tiempo

El título de una melodía de piano quedó anclado en mi mente: El tiempo olvida.

Inmediatamente asocié esta frase con la filosofía estoica que nos invita a meditar sobre nuestro paso efímero por la vida. Pero creo que la frase encierra algunas lecciones que pueden servirnos para vivir con más tranquilidad.

Creo que el tiempo nos enseña que cargar agravios y preocupaciones más allá de lo necesario va en contra de nuestro bienestar. Si somos temporales, también lo es un evento que nos haya causado daño. Quedan los recuerdos de esa situación crítica o incómoda. Pero podemos avanzar para aprovechar nuestro tiempo en otros proyectos conforme ponemos nuestro foco en ello.

El tiempo también nos enseña que no hay agravio que resista el paso de las horas, los días, los años. Todos irremediablemente perderemos nuestra batalla contra la eternidad. Por lo tanto, ¿Vale la pena abrigar sentimientos de enojo y resentimiento que nos hacen daño de manera automática? ¿No nos estaremos perdiendo un mejor presente e hipotecando las oportunidades del futuro?

El tiempo también nos enseña a valorar si queremos tener razón o ser felices. Hay ocasiones en las que ambos elementos no necesariamente conviven. Podemos ganar un argumento y probar nuestro conocimiento, pero disfrutar su victoria estando marginados porque hicimos sentir mal a alguien más. ¿Vale la pena probar siempre nuestro dicho en cosas que no comprometen nuestra vida y proyectos?

Creo que el tiempo es un gran maestro para hacernos simples y prácticos, y de esta manera procurarnos mejores momentos.

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Imagen de Pepper Mint en Pixabay