Esta semana estaré en 2 páneles con alumnos de preparatoria hablando sobre mi carrera. El objetivo de estos espacios es acercar a los jóvenes a una perspectiva muy práctica sobre lo que podrían vivir en sus elecciones profesionales. Hay algunas ideas que a propósito del panel me hacen reflexionar sobre el valor que mi carrera me ha dado y me ha permitido brindar a las organizaciones.
De entrada, creo que vale la pena señalar que en cualquier tipo de negocio, sin importar tamaño, geografía, producto ofrecido siempre se manejarán recursos. Se manejará dinero, inventario, comunicaciones, entre otras muchos componentes. Y siempre que se necesiten tomar decisiones sobre el manejo de recursos, siempre se necesitará la disciplina administrativa.
Además, esa empresa necesitará adaptarse a su presente con los cambios que enfrente de competencia, nuevas reglas e impuestos dictados por el gobierno así como cambios de comportamiento de sus consumidores. La disciplina de negocios que permite conectar todos los cambios del entorno para definir el mejor rumbo de la empresa es la administración. Y esto es así porque la administración es una carrera integradora en la que sus contenidos construyen un lenguaje común con áreas tan importantes como finanzas, operaciones, mercadotecnia y recursos humanos. El factor común que conecta a todas estas áreas se llama planeación estratégica.
Ahí yace la principal fortaleza del administrador. El administrador puede definir el rumbo que la empresa debe seguir con base a elegir el mejor mercado para ello. Y una vez elegido el mercado, puede tomar las decisiones necesarias para crear un sistema de negocios que brinde la mejor solución a los clientes. Al mismo tiempo, puede hacer de ese sistema algo replicable para generar calidad y crecimiento. No menos importante, un administrador vive de traducir los planes en indicadores para llevar con un panel de control el desempeño más adecuado de la empresa.
Todas estas decisiones de manera muy resumida engloban no solo cuidar el presente sino diseñar el futuro de una empresa. El elegir si se lanza un nuevo producto o se toman decisiones para llevar un producto existente a un nuevo mercado es responsabilidad del liderazgo de una empresa. Y ahí los administradores tienen mucho que decir. Es muy común ver a administradores de formación como directores de área, de unidad de negocio o incluso a cargo de toda una corporación. Y ya dependiendo del interés específico que tengan los egresados de la carrera pueden complementar su perfil con postgrados hacia áreas en las que se quieran desarrollar. Lo que nunca perderán es esa capacidad de traducir las necesidades de cada área y equipo en un orden coherente de decisiones que hagan a la empresa competitiva y sostenible en el tiempo.
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Imagen de Lukas Bieri en Pixabay
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