Nuevos proyectos = Nueva energía y crecimiento

Estoy particularmente emocionado para el inicio del nuevo semestre académico en un par de días.

Estaré impartiendo clase en nuestra preparatoria a nuestros candidatos a graduarse. Desde el año 2015 no había impartiendo clases en bachillerato. Es una emoción que me tiene con una altísima energía. Esta sensación me lleva a pensar en como el buscar nuevos proyectos es un acelerador mental, anímico y físico. A nuestro cuerpo y a nuestro pensamiento le gusta explorar. La novedad atrae nuestra atención si bien somos seres de hábitos.

Y la novedad también nos genera la capacidad de estar alertas. Los nuevos proyectos nos obligan a dar un poco más de nosotros, a investigar, a ser innovadores. ¿Qué nuevos proyectos estás abrazando este año? ¿Cómo te estás saliendo de lo conocido para crecer? Si no tienes un proyecto nuevo en el trabajo, puedes buscar una nueva experiencia con tu familia. Si no tienes una familia, puedes buscar un nuevo hábito en lo personal. Craig Groeschel, pastor y autor de varios libros de desarrollo que he mencionado en el blog, señala que hizo el compromiso de sumar un hábito en los últimos años de forma constante. Cosas tan sencillas como usar el hilo dental, como él narra en su podcast, pueden ser transformadoras si de ahí se derivan otros cambios de mayor impacto.

El punto clave es cada año sumar algo a tu persona que provoque esa evolución y trascendencia que enriquezca cada jornada. Así que, con toda la energía es hora de buscar, diseñar e implementar ese nuevo proyecto que marque tu año como algo memorable.

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Imagen de Dmitriy en Pixabay