Luz al inicio del año y durante todo el ciclo

El día de ayer me detuve a observar una de las costumbres de mi ciudad natal en las fiestas de fin de año. Las familias, como sucede en muchas partes del mundo, adornan la fachada de sus casas con luces de múltiples colores. Hay zonas residenciales en dónde no hayas hacia dónde voltear de tanto colorido que te sorprende. Creo que estas luces simbolizan una idea importante. Despedir un ciclo e iniciar uno nuevo con luz significa entusiasmo, esperanza y la mejor de las energías. Creo que es un mensaje que no debemos perder de vista.

Cada nuevo ciclo es una oportunidad de renovación. Podemos dejar equipaje que ya no nos sirve y darnos cuenta de nuestro potencial para influir positivamente a otros. También podemos dimensionar que entre más alimentemos nuestra luz, más alcance tendrán nuestras acciones para inspirar y transformar realidades. Por ello, creo que este momento que viví ayer es una reflexión valiosa a tener en mente. Hoy elegimos iniciar el nuevo año con la mejor versión de nosotros. Como la luz de una antorcha; esta elección no se mantendrá en el tiempo de manera automática. Requiere nuestro compromiso y disciplina para darle mantenimiento y cuidado.

Elijamos no solamente hoy, sino todos los días construir esa fuente de energía que puede perpetuarse con la fuerza de nuestro deseo y motivación. Y así enseñaremos a otros cuánto puede lograr la voluntad alineada con los valores y la fuerza de una misión.

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