El mejor liderazgo es práctico.
Busca soluciones funcionales, sencillas y durables.
El mejor liderazgo es esencialista.
Va por los caminos más simples y eficientes que permitan más velocidad a la empresa.
El mejor liderazgo es recursivo.
Aprovecha lo que tiene de formas innovadoras privilegiando la ejecución.
Hay muchos ejemplos brillantes en el mundo sobre este liderazgo que busca avanzar con lo que es viable y pertinente para maximizar los resultados.
Un ejemplo que me inspira en estos aspectos y releí recientemente es de Jeff Bezos, fundador de Amazon.
John Rossman, ex ejecutivo de Amazon, en su libro Piensa como Amazon narra la anécdota del escritorio de puerta. En los comienzos de la empresa, los líderes no buscaban estética pero si máxima practicidad. En algún momento alguien clavó patas en unas puertas sobrantes para hacer escritorios.
Eso era velocidad, frugalidad y sencillez en acción: Es el ejemplo del sentido práctico que antes que ver cosas deseables, ve lo no negociable que contribuye al resultado. De acuerdo con Rossman, todavía hoy se entrega el Door Desk Award para ideas que están bien construidas y generan ahorros significativos a la compañía en beneficio de su estrategia de precios más bajos a los clientes.
Ese sentido práctico que contribuye al avance es algo que como líderes siempre debemos aprovechar.
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