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Miguel Angel Cardona

Las pruebas básicas del liderazgo

La semana pasada escuchaba un capítulo del podcast de Craig Groeschel (https://bit.ly/CraigGroeschelPodcast). En el episodio, el autor mencionaba 3 aspectos claves que son señal del trabajo efectivo del líder. Me pareció una herramienta clave para medirnos cada día o cada semana sobre la forma en la que estamos sirviendo a nuestro grupo. Y parte de esa medición no se verá directamente en encuestas o tableros de control. Las actitudes, comunicación y comportamientos del equipo nos dirán si estamos cumpliendo con los siguientes principios:

 

Estoy haciendo que mi equipo se sienta valorado

Aquí debemos recordar que antes que la transacción, antes del fragor de las operaciones del negocio, debemos generar conexión con nuestro equipo. Debemos hacer sentir a nuestro equipo que nos importa su vida, su salud, sus valores. Debemos buscar los resultados del negocio sin duda. Pero con esa misma vehemencia y genuino interés debemos conocer las historias de nuestro equipo. Debemos entender los valores y motivaciones. De esa forma podemos guiarlos desde esos aspectos más personales para que cada uno demos lo mejor de nosotros al trabajo.

 

Estoy haciendo que mi equipo se sienta inspirado

Este aspecto lo he mencionado en múltiples charlas de liderazgo en empresas. Si no nos sentimos contentos con las actitudes de nuestro equipo, hay que observarnos. Debemos recordar que somos el modelo a seguir de nuestro equipo en todo momento. Nuestro ejemplo genera la realidad de nuestra cultura para bien o para mal. Si queremos que nuestro equipo sea más, debemos nosotros ser más de aquellas buenas prácticas que nos lleven al destino que buscamos.

 

Estoy haciendo que mi equipo se sienta empoderado

El líder debe permitir que el equipo brille pues en eso se forman nuevos liderazgos. El líder debe dar dirección clara y herramientas para que el equipo opere en su presencia y en su ausencia con la misma efectividad. Si estamos al tanto del equipo escuchando frecuentemente su pulso, podremos intervenir de manera oportuna para ser un apoyo valioso. Así, habilitaremos más soluciones de forma rápida y perdurable.

 

Con estas reglas, empecemos a medir y a pulir nuestro liderazgo de forma cotidiana.

 

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Imagen de Michi S en Pixabay



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