La mayor prueba del líder

El mayor reto y prioridad de trabajo diario del líder es:

Hacer que cada miembro del equipo sirva al interés mayor del grupo antes que al propio.

Pensaba sobre este concepto por la película Monsters University, un clásico animado que tiene grandes lecciones para el desarrollo personal. Los dos protagonistas entienden en la práctica como el competir contra ellos mismos mina su beneficio a largo plazo. Y además, esa ceguera de pensar primero en ellos les impedía ver las fortalezas del resto del equipo que eventualmente les llevaría a la victoria.

Cuando el líder transmite y aclara como la victoria del grupo amplifica los efectos positivos sobre sus miembros se puede alcanzar mayor coordinación. El esfuerzo no puede y no debe quedar ahí. El líder debe transmitir el efecto a largo plazo que tiene la contribución de cada miembro del equipo. El líder debe encontrar el crecimiento que tendrá cada miembro del equipo en su propio liderazgo y llevarlos a la reflexión del mismo.

Como en los deportes, el líder debe ejemplificar y demostrar que el jugar para lo individual nunca será tan multiplicador como jugar para el grupo. El jugar para el grupo genera más confianza, genera más conocimiento que permite automatizar las mejores prácticas. Y al mismo tiempo crea el ambiente de generosidad para que la estrella sea el grupo y no los individuos. De esta forma se puede generar un crecimiento más sostenible a largo plazo.

Todos los equipos de clase mundial que han marcado la historia del deporte, de la política y de las empresas han llegado a dicha conclusión y alineamiento. Y esos mismos equipos, en el momento que pierden el enfoque sobre este concepto empiezan a declinar.

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Imagen de Henning Westerkamp en Pixabay