Estoy leyendo en estos días la última obra de Robin Sharma.
Es uno de mis autores favoritos desde hace varios años por la sencillez de su estilo y la profundidad de sus lecciones. Siempre que leo alguno de sus libros, de inmediato mi mente viaja a alguna de sus lecciones en otras obras. Dado que este mes he estado mejorando mi meta diaria de caminata, de inmediato volví a una de sus lecciones para mantenernos en salud óptima lo más posible.
La lección se puede resumir en 3 letras: MMC (Máquina de Movimiento Constante). El autor nos invita a que encontremos siempre oportunidades para estimular nuestra salud por medio del ejercicio. La idea es un hilo conductor común entre expertos de la salud y expertos de desarrollo personal. El moverse de manera constante es una nueva dotación de oxígeno para nuestra mente y nuestros músculos.
El movimiento, sobre todo basado en rutinas aeróbicas, es el primer ejercicio de fricción basado en nuestro propio peso para hacernos crecer en fuerza. Moverse es una regla vital para que nuestra vida sea lo más vigorosa y clara en su potencial de impacto positivo. Hace casi 2 años hacía referencia este tema en una entrada de serie que llamé hábitos de liderazgo. (https://www.miguelangelcardona.com/post/h%C3%A1bitos-de-liderazgo-moverte).
Así que, como siempre es valioso recordar aquello que nos construye, te dejo de nuevo la invitación a que todos los días encontremos razones para movernos, para activarnos. Todos los días podemos y debemos trabajar por ser una MMC a su máxima capacidad.
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Imagen de fernando zhiminaicela en Pixabay
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