Los pilotos llevan cartas de navegación en formato virtual o físico. Un ingeniero civil lleva un plano para saber el orden en el que se ejecutará una construcción. Todos requerimos una herramienta que nos ayude a mantenernos enfocados. En esta economía digital con maximización de potenciales distracciones el tema de tener claridad de prioridades es fundamental. Por eso; expertos de productividad personal como Kevin Kruse y Michael Hyatt recomiendan trabajar de manera intencional desde una agenda.
Incluso, Michael Hyatt, creó su propio modelo de agenda al que llamó Full Focus Planner. El nombre no puede ser más pertinente en mi opinión. Con una agenda física o digital siempre podemos responder a preguntas clave: ¿Qué sigue en mi día? Y ¿Estoy avanzando en mi plan para hacer lo más importante? Con una agenda en mano es más fácil al tener consciencia de lo que hay que hacer, decir que no a solicitudes de otras personas de manera lógica.
La agenda como la conocían nuestros padres de solamente anotar las cosas por hacer ha evolucionado. Hoy el concepto de agenda sin duda incluye las citas presenciales o virtuales que tendremos. La agenda puede los ámbitos personales y profesionales en una misma plataforma para asegurar que todo el horario de la jornada sea aprovechado al máximo. Y eso me lleva al paréntesis que puse en el título. Saber las cosas que tenemos que hacer no es suficiente.
Tenemos que ser celosos de nuestro tiempo para que las agendas de otras personas no dispongan de él cuando necesitamos avanzar en nuestras prioridades profesionales. El tener programadas las sesiones recurrentes de todo un trimestre o año es útil para ti y tu equipo. Da certeza y también te ayuda a visualizar más a largo plazo los espacios que verdaderamente podemos comprometer a otro tipo de actividades.
Por eso, autores como Nir Eyal en Indistractable, hablan de que incluso las actividades personales deben programarse. De esa manera sentirás una importancia reforzada en cumplir con tu agenda, pues es una cita de capital importancia: Contigo. Entre más programemos, parecería que nos volvemos inflexibles por el alto grado de control de los tiempos. Sin embargo, podemos verlo también como una liberación de la incertidumbre lo que nos puede brindar la claridad mental para trabajar con más enfoque y energía en lo que necesitamos. Por eso; de manera cada vez más frecuente, nuestra mejor compañera durante todo el día debe ser nuestra agenda.
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