Hábitos de liderazgo: Buscar y abrazar la incomodidad
- Miguel Angel Cardona
- 7 sept 2024
- 1 Min. de lectura
La incomodidad es en muchos sentidos la compañera del crecimiento trascendente.
La incomodidad es un requisito del liderazgo pues con ella fortalecemos nuestro carácter.
La incomodidad vive siempre en ese paso adicional que nuestra voz interior nos dice que no es necesario.
Es esa repetición adicional o esos minutos extra de ejercicio cuando sentimos que ya cumplimos nuestra rutina.
La incomodidad es el asumir esa llamada o conversación incómoda con un cliente.
Es el esfuerzo consciente de acallar a nuestro ego para que no reaccione de manera instintiva, y así lograr un mejor entendimiento de un problema.
Es el escuchar las quejas de otra persona, sin importar si las causas están o no en nuestro control, pues somos representantes de la empresa y debemos ser embajadores de marca.
La incomodidad así como cualquier dolor es temporal.
Y después de ella viene el aprendizaje; viene una mejor conexión con nosotros y con los demás.
¿Podemos evitarla? La respuesta es sí, pero debemos entender el costo a largo plazo de evitar la incomodidad.
No estaremos generando la tensión en nuestros músculos, en nuestras habilidades para afrontar con éxito retos mayores.
La incomodidad es un muro que nos lleva a una mejor versión de nosotros mismos, solamente si decidimos escalarlo y superarlo. Nos enfrenta con la decisión de descubrir nuevos alcances en nuestras capacidades. La pregunta es ¿Aceptaremos el reto de la incomodidad para que se vuelva una aliada que nos lleve a grandes alturas?
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