¿Cómo has crecido en tus conocimientos? ¿En tus hábitos? ¿Cómo impactaste hoy positivamente a quienes te rodean? ¿Cómo te fortaleciste hoy ante las pruebas que enfrentaste? ¿Cómo te volviste una mejor versión de ti? Estas preguntas nos deben acompañar como un ritual cada jornada. Si seguimos cambiando significa que estamos evolucionando y aprovechando al máximo la oportunidad de estar vivos. Si dejamos de hacerlo, estamos desperdiciando el viaje y al mismo tiempo empezamos a involucionar.
Cambiar es mantener viva nuestra llama de ser innovadores, de descubrir mejores formas de vivir y de utilizar nuestros talentos. Siempre observemos para generarnos mejoras y confirmar así que estamos progresando. Busquemos esas oportunidades con toda nuestra intención para ser cada día una versión renovada y más poderosa.
Foto de Linus Nylund en Unsplash
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