El día de hoy terminé la lectura de El camino del arco, de Paulo Coelho. Este pequeño relato tiene muchas lecciones inspiradoras para nuestra filosofía de vida y nuestra toma de decisiones. La obra de este gran escritos brasileño inicia con una cita de Ella Wheeler Wilcox que a continuación comparto:
Una oración sin objetivo es como una
flecha sin arco.
Un objetivo sin oración es como un
arco sin flecha.
Leí al menos 3 ocasiones la cita porque de manera inmediata me provocó reflexiones. Sin importar el culto religioso, el género humano busca de manera natural una conexión con lo divino. Compartimos la creencia de que una fuerza nos acompaña y nos guía en nuestros momentos de mayor reto. Algunos de los textos espirituales refieren que cada uno de nosotros somos parte de esa divinidad y que podemos conectar con ella en cualquier momento.
Esto me llevó a pensar en que al orar, de forma implícita buscamos algo que nos mejore. Buscamos la fuerza para superar un reto. Buscamos claridad para tomar una mejor decisión. Con base a estas ideas pensaba en aquellos objetivos más valiosos que deben orientar este momento tan íntimo de la oración:
Primero, pidamos con intención, con atención plena en ese momento de reflexión.
Pidamos con concentración de nuestra energía y nuestra perspectiva para conectar con nuestra esencia.
Pidamos alimento para nuestro espíritu a través de la confianza.
Pidamos que nuestra identidad manifieste en todo momento su mayor potencial.
Creo que esta cita que Coelho agrega en su libro nos conecta con otros autores como Og Mandino que nos sugieren valorar cada día este acto tan personal. Usemos la oración. Es no solo un momento de diálogo interno sino despertar las fuentes de mayor inspiración que yacen en cada uno de nosotros.
Cadena de publicación 232 / 336

Imagen de Paul Barlow en Pixabay
Comments