En las últimas dos semanas he impartido un taller sobre liderazgo a empresas de hotelería. Entre sus contenidos, comparto con ellas las actividades clave que deben estar en la mira del líder para ser más efectivo.
Me di cuenta conforme voy actualizando el taller que voy creando acrónimos y reglas de uso que me hacen más simple la explicación del liderazgo más efectivo. Una de estas reglas es definir el DÍA del líder a partir de las siguientes tareas:
Dirección
Influencia
Ajuste
El orden no es casual. Antes de conectar con su equipo, el líder debe tener claro lo que quiere lograr y como quiere llegar a ese destino. En esas definiciones sabrá lo aceptable y lo no aceptable. Esa claridad es tener dirección. Con ese plan de vuelo, el líder puede compartir con su equipo para explicar los por qué de la ruta, el valor que buscan y como el trabajo en equipo los llevará allá. El líder no solo debe transmitir sino inspirar para que el equipo quiera seguirlo por consentimiento y genuino interés. Eso es influencia en su forma más básica.
Y finalmente, así como los aviones o navíos requieren correcciones de rumbo, el líder en todo momento estará monitoreando el desempeño. Cuando se requiera, el líder reforzará las buenas prácticas para acelerar al equipo y generar un crecimiento entre todos. Cuando se presentan malas prácticas o pérdida de alineación hacia la meta, el líder es quien promueve el ajuste para recuperar el mejor curso de acción.
Detrás de estas tareas se esconden otros elementos que van formando el fuerte sistema que debe ser el liderazgo para proyectar a las organizaciones al futuro deseado.
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Imagen de Miguel Á. Padriñán en Pixabay
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