Dos elementos claves para la vida: Atención e intención

Vivamos con atención, aprovechando al máximo nuestros sentidos.

Escuchemos de manera panorámica para maravillarnos de los regalos de cada jornada.

Observemos de cerca los gestos y el crecimiento de los que amamos así como el nuestro, para entender como somos siempre una obra en progreso.

Toquemos a nuestro alrededor lo que se nos ha regalado para valorar más cada momento.

Disfrutemos el aroma de aquellas cosas que nos inspiran, como recetas, perfumes e ingredientes exóticos que despierten nuestra creatividad y buenos recursos.

Captemos los sabores y temperaturas de manera pausada para entender el gran funcionamiento de nuestro cuerpo.

Y vivamos con intención para que nuestro viaje sea significativo.

Declaremos objetivos del día y sigamos nuestro mapa de ruta para mantenernos enfocados.

Busquemos que cada interacción genere lecciones y bendiciones para el crecimiento de todos los involucrados.

Busquemos que cada día nos traiga crecimiento mental, físico y espiritual para que así podamos servir por más tiempo al máximo de nuestras capacidades a nuestro mundo.

Busquemos que cada día demos al mundo un pequeño acto creativo como un gesto de gratitud por permitirnos estar en este viaje.

Busquemos que nuestros actos reflejen los más altos valores que generen sonrisas, buena voluntad y aprendizaje alrededor de nosotros.

Si vivimos con atención y con intención seremos una fuerza positiva que disfrutará con más plenitud cada día.

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Imagen de The Good Index en Pixabay