En lo personal o en lo profesional debemos tener nuestros mecanismo de alerta.
Estos deben funcionar como los avisos de alarma en automóviles y aviones para indicarnos cuando estamos yendo en dirección equivocada.
El tener atención a ciertas medidas o indicadores nos ayuda al cuidado de nuestro desempeño.
En lo personal por ejemplo vale la pena medir nuestro peso, nuestro cumplimiento con una rutina de ejercicio y nuestra hidratación. De esta manera con 3 aspectos muy básicos estamos dando mantenimiento a nuestro cuerpo. Otros ejemplos valiosos de medidas a cuidar son nuestras horas de sueño, nuestras horas dedicadas a nuestro crecimiento personal o a nuestra familia. Dentro de la movilidad que ayuda al cuerpo, uno de los indicadores clave que me gusta monitorear es la cantidad de pasos que doy cada día. Me he dado cuenta que ese sencillo ejercicio tiene correlación con otras áreas clave de mi vida. Estoy seguro que tú podrás encontrar tu propio tablero de control.
En lo profesional por ejemplo podemos medir el avance con nuestros objetivos del semestre o del año. Podemos medir también la satisfacción de nuestros clientes o la atención oportuna a sus quejas o solicitudes. De esta manera estaremos asegurando nuestra capacidad de respuesta para proyectar una imagen positiva de nuestro negocio. Y de esta manera estaremos impactando colateralmente las recomendaciones potenciales así como las recompras. De igual manera, otro indicador clave a medir de forma disciplinada es la ejecución presupuestal. El saber como avanza tu proyección de ingresos o gastos te permite hacer ajustes oportunos en tus tácticas diarias.
Con estos ejemplos creo que podemos empezar a idear nuestro tablero. Y de ahí lo importante será seguirlo de manera frecuente. Si queremos ir un paso más allá, valdrá la pena hacer visible este tablero a nuestro equipo o a nuestra familia. De esa forma, estaremos mucho más alineados todos hacia lo que sea más importante para nuestro largo plazo.
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