Dentro de la mentalidad de aprendiz o la cultura del aprendizaje para toda la vida, como decimos en Tecmilenio, hay una condición clave: Nuestra atención plena. Si queremos aprovechar al máximo una clase o un recurso virtual como un podcast o contenido de Youtube, necesitamos el compromiso de concentrarnos en ese momento. De muy poco sirve estar de cuerpo presente, pero no de mente y corazón. Estamos en medio de una economía de contenidos que puede llegar a intoxicarnos con su volumen de información.
Expertos como el profesor Cal Newport hablan de las necesidades de enfocarnos si queremos hacer mejor uso de nuestro tiempo. Y yendo un poco más allá, nuestra capacidad de atención es lo que garantizará que aprovechemos la inversión económica, de tiempo y desplazamiento que hagamos en nuestros estudios de cualquier índole.
Creo que es un reto que vivimos tanto alumnos como profesionales. El tener el dispositivo móvil a la mano o diferentes ventanas abiertas en la computadora necesariamente nos llama a la distracción. La práctica de tener atención plena requiere voluntad y constancia en el tiempo para avanzar en ella. Pero sin duda, vale completamente la pena. Expertos en productividad coinciden en que la mejor manera de maximizar nuestros resultados es en concentrarnos en una sola cosa a la vez. Algunos autores que he leído como Michael Hyatt, recomiendan incluso tener aplicaciones que nos limiten el uso de internet cuando queremos trabajar de forma enfocada.
Se vale tener recursos que nos hagan más fácil el camino a la atención. De esta manera estaremos creando el hábito que nos permita el mayor impacto por la dedicación de nuestro tiempo y esfuerzo.
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Imagen de Doris Metternich en Pixabay
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